viernes, 12 de marzo de 2010

LA VACA APÁTICA, EL CONEJO TACAÑO Y EL PERRO PRESUNTUOSO

LA VACA APÁTICA, EL CONEJO TACAÑO Y EL PERRO PRESUNTUOSO

Era una vaca muy triste y apática. Sólo le gustaba comer pizza todo el día. Tenía un amigo, el conejo de Chernobil con tres orejas. Era ciego pero tenía los otros sentidos muy aguzados. También era muy intelectual y le gustaba aprender palabras de diccionarios. Quería aprender acupuntura para que la vaca se pusiera má feliz. Compró un libro y todos los día aprendía un poco más de la reflexoterapía.
Un día el conejo estaba en la playa con la vaca practicando la acupuntura y la reflexoterapía con su tercera oreja, pero sin ningún éxito. Al lado de los dos estaba un perro disfrutando el sol con una sombrilla y unas gafas de sol. Él estaba tumado en una toalla relajándose. El conejo le preguntó:
-¿Qué haces para ser tan feliz y equilibrado? ¿Por qué no te preocupas de nada?
El perro respondió:
-La verdad es que estoy hasta las narices de mi trabajo, mi novia y toda mi vida cotidiana. Le he dado la espalda a todo el mundo para vivir en la playa de Nerja.
El conejo dijo:
-¿Puedes venir conmigo para animar a mi amiga, la vaca?, ella necesita un consejo porque es muy introvertida, está descontenta y un poco depresiva. Tiene mucha pereza. Me preocupo mucho por ella.
Como el perro es muy espontáneo e impulsivo, se levantó inmediatamente y fue con el conejo a ayudar a la vaca.
Cuando la vaca vio al perro bronceado y guapo, que parecía muy equilibrado y feliz con su vida, ella se enamoró a primera vista. Ya no necesitó las ayudas de la acupuntura, porque tenía mariposas en el estómago. Decidieron vivir juntos y ya no tenían más interés en el pobre conejo.

El conejo frívolo y tacaño cogió la útima pizza de la vaca, una pizza familiar, y la trnsformó en una alfonbra voladora y salió para ver el mundo.
Maxime Hilmayer
Elizabeth Reisiger
Patricia Ferrer
Marina Weigers
Phy Stretrön
Jürgen Kompack










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